Marta Flich: “Los políticos hablan de una forma encriptada para infundir miedo a la sociedad”
- EDGAR MELCHOR / MARCOS MARTÍN
- 25 ene 2018
- 9 Min. de lectura

A casi todos se nos atraganta la economía, no solo la del bolsillo, sino también la que emana de la boca llena de muchos políticos. Pensiones, prima de riesgo, déficit fiscal... sabemos que nada de esto pinta demasiado bien en España, pero desconocemos si dichas lanzas amenazantes llegarán a atravesarnos, y de hacerlo, cómo. Aquí es donde aparece Marta Flich (Valencia, 1978) de la mano de su videoblog en El Huffington Post. Para quien no la conozca, hace de “traductora económica” de la verba del poder, para quien sí, sabrá que su mejor arma es la risa y la ironía, y es que solo así se ganan las batallas de la ignorancia. Viene a demostrar que la inteligencia no está reñida con soltar tacos, ¡joder!, y que, a pesar de todo, no somos tan tontos como creemos o nos hacen creer.
Eres “Econoactriz”, como dices tú, una pluriempleada en toda regla.
(Risas) Sí, se puede decir así, soy economista y actriz, y sobre todo, como yo me siento es comunicadora, y eso implica un montón de facetas. Antes no se entendía en España esto, me decían “¡cuántas cosas haces, aclárate!”... soy versátil.
No parecen estar muy lejos hoy en día la ficción y la situación económica que vivimos.
La realidad supera a la ficción en muchos aspectos, y en la economía también. Además, parece que nunca aprendemos de los errores, porque ya había habido una crisis financiera, los inicios son los mismos. ¿Cómo no se detecta que van a existir ese tipo de problemas?
¿En qué género cinematográfico enmarcarías la situación que está viviendo el país?
Es una tragicomedia, porque a veces dan ganas de reírse, pero es punible cuando implica a gente que sufre los desahucios, los recortes en gasto social, en dependencia, ancianos que mueren solos en casa, niños con enfermedades que ya no cubre la Seguridad Social, medicamentos que ya no te pagan... Todas estas cosas tienen una vertiente superdramática, pero luego yo, por ejemplo, trabajo haciendo humor de determinados temas económicos, y entonces también hay que poder reírse de cosas surrealistas, el surrealismo a mí me hace mucha gracia (risas).
También hay actuación en tus vídeos. ¿Los guionizas o son más espontáneos?
Está todo guionizado por mí, lo que pasa es que a veces al ponerme de pie se me ocurren cosas que de pronto me hacen gracia y las meto. Ahí dejo que me entre la frescura e improviso, como ya tengo tan manido el guion, salen cosas espontáneas más bonitas. También pasa que sobre papel me pareció una idea estupenda y luego lo cuento y digo “hostia, esto no tiene ni puta gracia”.
Empezaste con el videoblog porque un día en un bar escuchaste a la gente hablar de la prima de riesgo. Ahora cuando entras en un bar, ¿qué se escucha?
La gente habla mucho de la independencia de Cataluña, es lo que más me ha llamado la atención de conversaciones de bar que no sean sobre Cristiano Ronaldo. La gente está muy preocupada.
¿Y es verdad eso dicen de que España roba a Cataluña?
Eso es mentira, nadie roba a nadie. Es como si dijeras que los jubilados nos roban, es un sistema de solidaridad intergeneracional, es el estado de bienestar, es la democracia, entonces eso que se afirma es absurdo. Son formas muy agresivas, muy poco recomendables, de enemistar a la gente por un rédito político. No dejan de ser afirmaciones que se convierten en mantras y lo hacen los políticos para ganar votos. Al final, lo que se produce es un efecto de incomodidad en la sociedad que flaco favor nos hace a las personas.
Eres el claro ejemplo de que los números con humor entran.
Con humor se entiende todo mucho mejor, yo soy partidaria del humor provocador, no de ese que ala, ya nos hemos reído y a otra cosa. No no no, del de encender el fuego, y además es que también soy una convencida de que parte de la inteligencia reside en el humor y el humor reside en la inteligencia. Entonces, cuando alguien no tiene sentido del humor, me inquieta, y esta cosa que está pasando de que la sociedad es más literal, no entiende la metáfora... eso es que algo está fallando en las conexiones interneuronales de la gente. Me preocupa mucho. Sin humor, mal vamos.
El otro día, en tu debut en Por fin no es lunes, el programa que dirige Jaime Cantizano en Onda Cero, iniciaste tu sección 'La salsa Flich' diciendo que eres “machista de feos y feminista de guapos”. ¿Lo que muestras, también en tus vídeos, es una versión exagerada de ti misma, o realmente eres así?
Es una exageración, no creo eso en absoluto. Lo que pasa es que siempre intento argumentar una provocación y todo es argumentable en esta vida. Intento ficcionar los relatos que cuento para buscar el humor, porque mi vida no es tan divertida (risas), aunque también hay anécdotas reales mías. Con ese monólogo, quería hacer una reflexión, y es que dentro del mundo del feminismo, lógicamente nos tenemos que centrar en que desaparezca el machismo y dentro del feminismo creo que no es necesario que nos pongamos unas en contra de las otras o unos en contra de los otros -porque hay hombres machistas, igual que hay mujeres feministas- para decir quién es más feminista porque de pronto es guay ser feminista. El feminismo es una cosa muy seria para extinguir un comportamiento anómalo como es el machismo, y ya está. Y dentro de ahí no cabe el entrar en gilipolleces ni en soplapolleces varias. Y esa era mi crítica, decir “oye, si no tengo suelto para pagar, pues paga tú la cuenta que no pasa nada”.
Y a la siguiente le invitas tú y ya está, es algo muy normal.
¡Claro! Si es que todo es mucho más sencillo. A mí me ha dicho un día un tío que estaba como un tren “qué buena estás”, y yo he dicho “¡joder, qué guay!”. Pero si me lo dice un chico de una forma que no me gusta o que es horroroso, digo “uy, pues qué mal me ha venido” que me lo haya dicho (risas).
Es algo que algunas mujeres u hombres piensan cuando les piropean. Hay de todo.
Es algo tan natural... es que tenemos la piel muy fina ya, eh.
Hace unos días, criticabas a un periódico por la foto que había elegido para ilustrar una entrevista en la que hablas de tu trabajo. Ya sé que no lo compartes, pero ¿esto va a mejor o seguimos viviendo en una sociedad rancia y 'cuñadista'?
Lo que no me gusta es que se descontextualice la información. Es decir, si me piden una entrevista con un contenido de economía, y veo que en la entrevista en versión digital ponen una captura de uno de mis videoblogs, me parece fantástico. Cuando leo la edición impresa, veo que han elegido una foto que ocupa toda la hoja, del año 2012 de un book mío de actriz. Yo al tío le dije que cogiera la foto que quisiera, pero ¿en serio coge una foto en una pose sugerente con un tutú y de hace seis años, sabiendo esto perfectamente? Entonces dije “hostia, aquí hay un chiste”, y como yo nunca insulto, pensé “este se acaba de retratar”, hice el chiste y ahí están los 3.000 retuits. Hablé con él a través de Twitter, y me dice “es que me comentaste que eligiera la foto que yo quisiese y eso hice”, pues no haré más preguntas, señoría. Porque, insisto, me pongo minifalda o lo que sea para dar Economía o lo que me dé la gana, me visto como quiero. De hecho, sobran comentarios machistas del tipo "si pones 'Marta Flich economista' en Google salen todo el rato fotos con escote". ¿Y qué puto problema hay? ¿Me estáis diciendo que no me puedo poner lo que me dé la gana y que no puedo decir que esa foto no me gusta para ese contenido? ¡Anda, por favor, lo que me faltaba ya!
Y lo peor es que todavía muchos jóvenes siguen pensando igual.
Este tema está como retrógado. Los recortes en educación se están empezando a notar (risas).
Tu objetivo podemos decir que es el contrario al de muchos españoles. Si la economía fuese muy bien, ya no habría tanta chicha para criticar.
(Risas) Seguro que tendría. Ojalá que no, pero se pueden denunciar tantas situaciones siempre...
Siempre se puede ir a mejor.
Molaría bastante. Lo han descabellado todo tanto que solo podemos ir a mejor (risas).
Actualmente, te sobran los temas de los que hablar.
Siempre tengo un tema, ni siquiera le pregunto a El Huffington Post, les digo “voy a hablar de este tema”, y ya está (risas). Son temas que yo me planteo, son inquietudes, e intento que vayan muy pegados a la actualidad cuando veo que la actualidad se está dejando de lado algo que es importante, como es el tema de los bancos, las pensiones... y digo “pues lo voy a explicar porque la gente no es glipollas y se merece entender las cosas y saber lo que está pasando”, y lo cuento, y me quedo tan pichi (risas).
¿A quién no cuestiona Marta Flich?
Hay que cuestionar siempre a todo el mundo, empezando por mí misma. Me cuestiono a mí misma cada día. Los seres humanos nos equivocamos y lo importante es rectificar y ser buena persona para que no exista mala fe en los errores. Soy muy fan de las segundas oportunidades. Pero hay que ponerlo todo en duda y no hay que tener a ningún gurú al que decirle que nunca se equivoca, no, eso es un síntoma de inmadurez.
La economía es de esos temas de los que muchos hablamos sin tener ni idea. ¿Es preocupante una sociedad tan poco preparada en este sentido o la culpa es de los políticos que nos hablan en código morse?
La gente está perfectamente capacitada para entender absolutamente todo, si está capacitada para sobrevivir, pues imagínate. Muchas veces los políticos hablan de una forma encriptada a propósito para infundir un miedo a la sociedad que nos hace más manejables. Eso es lo que hay que desestimar, hay que decir “somos adultos, me puedes decir las verdades que no hay ningún problema y yo me las gestiono, pero no nos traslades incertidumbres o cosas encriptadas para que nosotros tengamos la sensación de 'no controlo', de miedo”.
Dices tacos muchas veces para expresarte mejor y esto no suele permitirse en los medios tradicionales. Ahora estás en la radio también. ¿Qué nos pasa por decir las cosas claras?
Efectivamente, en función del formato en el que estás, tienes que hablar un lenguaje u otro. En internet, tengo una libertad absoluta de poder decir lo que me dé la gana, pero conozco la palabra que no es el taco, y elijo en ese momento decir un taco por algo, no es porque no conozca la palabra culta, pero en ese momento el taco es más efectivo. A veces, tengo una percepción incorrecta, me paso, me equivoco, pero lo hago por eso, aparte de que en mi vida privada digo muchos tacos, los utilizo mucho, me encantan.
A veces, se expresan mejor las cosas así.
Sí, es que estamos como demasiado “ay, lo que ha dicho”. Puedo decir “polla” tranquilamente y no pasa nada, no me muero.
Tú sabes mucho de economía. Tienes que decirme si crees realmente que el ministro Luis de Guindos también es un experto en la materia.
El tío sabe un huevo de economía, lo que pasa es que la política económica que está haciendo el Gobierno y, sobre todo, la derecha, no trabaja para las personas, entonces a mí ese tipo de economía no me interesa y me parece superinjusta. Claro que saben sumar, y tanto, ¡y dividir también!, pero no es lo que nos beneficia a nosotros. La crisis les ha venido muy bien para poder argumentar unos recortes y poder saber qué hacer, y no es bonito.
También venden que se está acabando la crisis y no es cierto. ¿Cuándo de verdad acabará?
Buf. Una cosa es que la demanda haya subido, que exista más consumo, que el PIB haya subido, pero luego los indicadores de redistribución de la renta y de bienestar social no han subido. Estamos trabajando con una reforma laboral que ha precarizado mucho el empleo, estamos trabajando por menos sueldo... no estamos mejor y donde hay que centrarse es en mejorar la calidad del trabajo, las productividades, el tipo de trabajo que hacemos y que no nos especialicemos solo en poner copas, que no somos ningún resort ni de Alemania, ni de Inglaterra, ni de ningún lado.
Es una tapadera.
Es que si se vuelve a tambalear la economía o baja la demanda internacional... la hostia que vamos a meternos es impresionante. Han dejado el sistema famélico. No hay una recuperación real.
¿Cuál ha sido el mejor presidente que ha tenido España?
Ninguno de derechas, desde luego. Felipe González, al principio, cuando surgió, tuvo momentos brillantes, luego ya se fue a la mierda y ya ahora ni te cuento. Pero al principio, esa izquierda fue muy esperanzadora y muy necesaria, era un momento histórico importantísimo.
¿Y el peor?
El peor con ruido, Aznar, y el peor silencioso, Rajoy. Es un mal presidente con sordina, joder.
Los sondeos dan como fuerza líder a la derecha de Ciudadanos.
Veo que tienen una proyección potente e importante y creo que la gente quiere otro tipo de derecha que no sea corrupta, quieren a la nueva derecha por lo que ha pasado en Francia. Albert Rivera se equipara mucho con Macron. Es como la nueva política, pero de nueva no tiene demasiado porque esta gente tiene un pasado en Cataluña y se sabe cómo gobierna.
Una película.
Lost in translation, de Sofía Copolla.
Una serie.
El otro día vi Black mirror y me encantó. No suelo consumir series, pero era un tema interesantísimo sobre el control de los hijos, yo no tengo hijos, pero me puedo imaginar a los padres y decir “mira, hasta qué punto la obsesión por controlar a un hijo puede destrozar el vínculo que tienes con él”. Me pareció sensacional y una serie valiente.
Un libro.
El último que no es de economía que me he leído (risas) se llama Eva, de Arturo Pérez-Reverte.
Una canción.
Estaba escuchando ahora una lista de reproducción de voces femeninas, y una que me gusta mucho porque la bailé el otro día con mi padre es Love on top de Beyoncé.
Comments