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Marcos López: “El quedarme sin pelo con diez años sirvió para perfilar mi personalidad”

  • EDGAR MELCHOR / MARCOS MARTÍN
  • 11 feb 2016
  • 11 Min. de lectura

El enchispado de hoy es de esas personas que ven una portería cuando otros ven tres palos. Su partido más importante lo perdió a los diez años, pero lo que nunca sabría aquel niño tan inocente es que, desde ese momento, empezaría a observar todo de una manera diferente. Podríamos decir que fue con la década de vida cuando abrió los ojos y se empezó a llamar Marcos López García (Oviedo, 1975). Él mismo me confiesa que “aquella derrota fue la gran victoria de mi vida”. Perfeccionismo, trabajo y humildad en persona. No fue una sola, ni dos, sino tres, las charlas que tuve con Marcos, él siempre quería mejorar sus palabras, y siempre lo conseguía... A partir de ahora, es cuando empezamos a hablar, pero en voz muy baja, vamos a intentar no hacer mucho ruído... está su niña durmiendo.

Las comparaciones entre Maldini y tú son inevitables. Siendo sinceros, ¿cuántas parabólicas y pantallas de televisión tienes en casa?

Parabólicas, algunas, las suficientes, pero poco a poco van quedando en desuso. Hoy en día, todo está online, y un ejemplo es la evolución de la televisión de pago en este país. Todo funciona vía fibra, vía cable, y ya no se necesita ver el fútbol a través de parabólicas.

¿De cuántas horas es la jornada laboral, entre comillas, de Marcos López?

24 sobre 24 horas... las que hagan falta. Esa es la mentalidad y el compromiso. Me suelo acostar tarde y levantarme pronto... intento estar siempre enchufado. El fútbol y mi vida es de lunes a domingo. Intento sacar huecos para la familia, para tener algo de tiempo libre, pero siempre disposición máxima para trabajar intentando aportar valor añadido.

¿Qué haces mientras ves fútbol?

Depende del tipo de partido. Todo va en función del medio para el que trabajo... si tengo que comentar en la COPE o en Atresmedia o si tengo que escribir para Marca. Cuando veo fútbol simplemente para tener conocimiento o para analizarlo, tomo mis notas y el análisis lo voy desarrollando a través de dibujos, de movimientos tácticos que me llaman la atención, de apuntes sobre jugadores, de aquello que me apetece profundizar más adelante... Te diría que, ahora mismo, mis libretas son un gran tesoro. Lo guardo todo en papel escrito y después digitalizo todo a través de la base de datos.

¿Y dónde metes todas esas libretas?

Voy colocando en estanterías las libretas de cada competición, de cada temporada... y lo suelo tener todo ordenado así, con todos los partidos que veo. Lo que se piensa, se transforma ahí. Sin duda, alguien que tenga curiosidad por el fútbol, se divertiría bastante leyéndolas. Es maravilloso leer los apuntes de Helenio Herrera cuando su viuda nos los dejó ver. En unos años, me gustará volver a leer lo que pienso, que seguramente será todo lo contrario a lo que piense en un futuro de algo concreto, porque el pensamiento y el análisis van cambiando, como la perspectiva.

Sin ser periodista, te sientes mucho más identificado que otros profesionales que sí lo son. Desde dentro, ¿qué está fallando? Parece que se han perdido los valores.

Como profesional, lo que puedo aportar es credibilidad, respeto... y lo que intento es aprender y mejorar día a día. El periodismo no deja de ser un reflejo de la sociedad. Al fin y al cabo, manda el cliente. Dependemos de la audiencia. El periodismo busca esos nichos de mercado y los satisface. Si funcionas, sigues; si no lo haces, todo cae por su propio peso. No entiendo tampoco las lecturas catastrofistas. Ahora mismo, el periodismo no deja de ser ni mejor ni peor que otras profesiones, a pesar de que en algunas encuestas de valoración no sea una profesión muy bien considerada. Creo que, durante este tiempo, me he encontrado con grandes profesionales, he aprendido de muchos y el periodismo es una profesión muy necesaria.

Después de todo, ¿te has planteado alguna vez estudiar la profesión?

Tengo más que ver con el fútbol que con el periodismo. Se me valora por mi especificidad. Tengo que analizar, tengo que comentar, tengo que valorar, tengo que darle un punto de vista objetivo al espectador, al oyente o al lector. Evidentemente, el periodismo es una profesión que me apasiona. Empecé en esta profesión tarde, cuando ya no había vuelta a la universidad, y aprendo con la práctica, con el día a día. Cuando tenía quince, dieciséis años... la duda permanente era estudiar INEF o estudiar Periodismo. Al final, me decanté por la Educación Física. Ahora mismo, creo que no tendría sentido estudiar Periodismo.

Tú mismo dices que tu gran ilusión no fue darle patadas a un balón, ¿cómo eras como futbolista?

El tópico es decir que “no soy yo quien debe definirse como futbolista”. Lo que sí sé es que mi vida tiene mucho que ver con la pasión por el fútbol. Mi familia, mis amigos..., de niño, me recuerdan siempre pegado a una pelota, pasaba horas y horas jugando. A día de hoy, intento jugar tres, cuatro partidos de fútbol a la semana. Si me llamas para jugar un partido, acepto seguro. La verdad es que estuve a punto de llegar a ser futbolista. Incluso, pasé por la cantera del Valencia. Intentaba ser un buen ’10’ en los equipos donde jugaba. Me tocaba mandar, marcar el ritmo y buscar ya fuese el gol o el último pase. Era otro fútbol de aquellas. Era un futbolista intenso, que tenía una buena técnica con derecha y con izquierda. Hay gente que, cuando me ve jugar, no sabe si soy diestro o zurdo. Me llamaban Giresse, el socio de Platini, un pequeño gran futbolista. Tuve algunos jugadores 'espejo' en los que me fijé: me llamaba mucho la atención la inteligencia de Platini y Michael Laudrup fue, sin duda, un referente, y, a día de hoy, me gusta mucho cómo juegan Andrés Iniesta o Mesut Özil.

¿Qué tres jugadores dirías que, a día de hoy, pueden llegar a ser cracks del fútbol dentro de unos años?

Es muy difícil de predecir. Todo tiene que ver con el día a día, con la mentalidad del deportista... hay jugadores que son muy buenos con diecisiete años y que con veinticinco son desconocidos, y hay jugadores que no eran quizás tan buenos ni tan mediáticos con quince, dieciséis años, y con veinticinco son auténticos fenómenos. Yo te puedo decir algunos que me fascina verlos jugar y que creo que todavía no han llegado al tope máximo en su profesión. Van a ser cracks mundiales y referentes, sin duda, en su posición: David Alaba, Marco Verratti, Lucas Moura o Dybala. Cuatro jugadores que, a día de hoy, me parece increíble cómo leen el juego, las condiciones que tienen y su calidad diferencial. Sin duda, en dos, tres años, estaremos hablando de estos cuatro, probablemente, entre los diez mejores del mundo.

¿Cuál será el fútbol del futuro?

La expresión ya está inventada con el Ajax y la selección holandesa. Ya se está jugando al fútbol total: atacar y defender todo en uno; jugar a todo el campo con jugadores que tengan obligación de defender como si fuesen defensas, de tocar la pelota y elaborar como si fuesen medios y de finalizar como delanteros; darle más importancia a lo que sucede en el campo contrario que en el propio... Ahora mismo, el fútbol está evolucionando a un nivel de exigencia física muy alto, pero tambien los jugadores que marcan la diferencia son aquellos que mejor leen el juego y el partido. Ya no se trata de recibir instrucciones concretas del entrenador, se trata de entrenar un modelo de juego durante la semana, de sentirlo y de estar constantemente ejecutando en la toma de decisiones. Los mejores son aquellos que son más precisos.

¿Es verdad eso de que "en el fútbol está todo inventado"?

Yo creo que no. Basta con ver un partido de la década pasada o de un lustro atrás y parece el paleolítico. El fútbol es un ente que va evolucionando día a día y que va muy rápido. Aunque parezca que está todo inventado, echar la vista atrás te sirve para ver que la evolución es total.

Tu predicción en 2014 fue que España no era para nada favorita en el Mundial. ¿En qué puesto quedaría, estando como está a día de hoy, la Selección española en la Eurocopa de este verano?

Se está generando un proceso de cambio de jugadores, de cambio en el 'once' de Del Bosque. Creo que el fútbol de selecciones poco tiene que ver con el de clubs. Al final, en las selecciones todo ocurre en un mes, todo depende de los momentos de forma, de las lesiones... Tienen ventaja aquellas selecciones que tienen un núcleo duro de jugadores que ya están en clubs competitivos y ganadores. Entonces, hablar de favoritos cuando ni siquiera sabemos los jugadores que van a ser aptos o no es un poco ilógico e inapropiado. Creo que las selecciones que hay que destacar son España, Italia y Alemania; el bloque del Barça, el bloque de la Juventus y el bloque del Bayern, respectivamente, van un poquito por delante. Después, también te diría Francia como anfitriona. Ya fuese con Platini en la Eurocopa o con Zidane en el Mundial, siempre ha dado la cara cuando ha jugado de local. España está cambiando cromos y veremos adónde llega, pero, es la actual campeona y, tras la motivación que supone no haberlo hecho bien en el Mundial, es favorita.

Esta pregunta es obligada para ti, ¿quién es el mejor jugador de la historia del fútbol?

Entiendo que el fútbol, como la vida, es evolución. Messi y Cristiano tienen los números de Pelé y de Di Stéfano: un gol por partido, determinantes cada tres días... entenderemos que tienen que ser los mejores de la historia, porque sino, no entenderíamos la vida como una evolución. Los que fueron los mejores... te diría Maradona, Pelé, Di Stéfano, Cruyff, Beckenbauer, Ronaldo Nazário... esos fueron auténticos fueras de serie y, sin duda, si hubiesen nacido en el tiempo actual, habrían sido los mejores porque habrían tenido otro tipo de entrenamientos, de exigencias, de alimentación, de cuidado... Yo diría que el mejor de la historia, si tuviese que elegir ahora y entendiendo el concepto de evolución, es Messi, y lo prefiero a Cristiano porque Messi tiene una lectura del partido y una influencia en el juego superior, que no en la finalización. También entiendo que Messi, a diferencia de Maradona, tuvo la suerte de haber sido cantera Barça y de haber estado desde niño buscando una manera de juego repetitiva en el 4-3-3, sistema que ya domina. Esto refuerza el trabajo de cantera, de formación. Por eso, a Messi, quizás, cuando lo alejas del 4-3-3, de los triángulos del Barça, del juego de pase, baja un poquito. De ahí que encuentre dificultades con Argentina, porque juega a otra cosa. También Messi cuenta con el aval que, por ejemplo, no tuvo Cristiano de jugar con una generación fantástica: Puyol, Xavi, Iniesta, Piqué, Busquets... son campeones del mundo, y eso refuerza a un líder, que es Messi. También influyen los tridentes, Messi tuvo la suerte de jugar con Ronaldinho y con Eto'o de entrada, después, se sumó Thierry Henry, y ahora mismo, juega con Luis Suárez y con Neymar... Messi tiene unas condiciones fantásticas, sin duda es el número uno.

Eres blogger, scouter, comentarista de televisión y de radio y hablas de que en todos ellos sientes que aportas un valor añadido... sin embargo, cuando trabajabas en la secretaría técnica de la Roma, las cosas no cuajaron con Luis Enrique. ¿Qué falló en aquel momento?

Con la perspectiva, todo cambia. Las cosas que parecen negativas acaban siendo positivas, y al revés. Fue una gran experiencia mi paso por la Roma. Al final, creo que tomé la decisión correcta. Hubo un momento en el que había que tomar decisiones de cara al futuro y pensar qué se iba a hacer al año siguiente, y creo que Luis Enrique y yo hicimos lo correcto. Nos va bien a los dos, tengo contacto normal, correcto, bueno con Luis Enrique. No se puede decir que nada ha fallado, creo que no era el momento, pero sin duda estoy agradecido por la oportunidad y por la consideración que me tienen a día de hoy en Roma. Es una casa donde tengo muchos amigos y me siento muy cómodo... es un club que me llegó al corazón.

Nunca has sido un buen perdedor... ¿Cuál ha sido la derrota personal y profesional que más te ha costado digerir?

Te lo decía antes con la perspectiva de las cosas. Creo que la derrota que más me ha costado digerir fue, quizás, quedarme sin pelo con diez años... alopecia. Fue un momento duro, difícil. Luché por intentar revertir la situación con el apoyo de mi madre y de mi familia... lo intentamos todo, hicimos algunos tratamientos, y no se consiguió. Sin embargo, aquello que fue una derrota sirvió para perfilar mi personalidad, para desarrollar un carácter fuerte y una determinación que hicieron que a día de hoy sea lo que soy yo. Aquella derrota fue la gran victoria de mi vida.

¿Qué le dirías a un futbolista que acaba de perder una final?

Lo habitual después de perder una final es el silencio. Una de las cosas que más te sorprende cuando llegas a un vestuario profesional o cuando tienes que hacer un viaje de vuelta tras perder es el silencio... es arrollador. Creo que es un periodo necesario. Cuando pierdes, tienes que analizar si fuiste al límite o no; si fuiste, fue una victoria. Te queda aplaudir al oponente y, sin duda, levantarte al día siguiente con la energía suficiente para ser el número uno. Una vez perdida una final, la siguiente final es el siguiente día. Entrenar duro, esforzarse, mejorar, pulir cualquier defecto e ir con determinación a por la siguiente final, porque los ganadores surgen en la derrota.

¿En qué debe pensar un deportista la noche anterior al partido?

A mí siempre me ha ido bien visualizar el partido una vez que sabes cuál es tu rol en el campo y cuál es la responsabilidad que te encarga el entrenador, para poder jugarlo antes y tener todas las respuestas antes de saltar al ruedo por así decirlo. También intentar controlar la ansiedad, y, después, respetar las rutinas como puntos de apoyo para un equilibrio emocional que es necesario antes del partido. Intentar quemar poca energía, intentar que la mente esté despierta, liberada, ágil.

Hace poco más de un año, dijiste una frase muy curiosa y que da para pensar: "No hay nada más fácil que cumplir un sueño". ¿Cuál es tu sueño?

A nivel profesional, ya tuve la experiencia fantástica de comentar finales de Champions con la televisión asturiana. Ahora, tengo un desafío con Atresmedia. Han confiado en mí para comentar la Liga de Campeones y me encantaría ganarme el respeto de todos, ser creíble y que el espectador disfrute con mis comentarios, que le hagan ver más cosas... todo intentando tirar de la máxima objetividad y centrándome únicamente en el balón. Por lo tanto, un sueño es comentar la final de la Champions y hacerlo bien, estar a la altura del espectáculo, que es difícil, pero nunca por encima del espectáculo, porque el espectáculo es el balón. Después, en lo personal, un sueño es ayudar, enseñar, implicarme en causas solidarias. Creo que por mi vocación como profesor, como maestro, siempre me ha llamado la atención enseñar a los demás, ayudar a los niños. No sé de qué manera, pero cosas bonitas como, por ejemplo, enseñar fútbol a los niños que quizás no tengan la felicidad que puedan tener otros al alcance de la mano. Mi sueño es que todos los niños puedan ser felices. Aunque es un sueño que es una quimera, todos tenemos que sumar. Algún día, sin duda, con menos obligaciones profesionales, tiraré por ahí.

Intenta convencer a nuestros lectores de que un Finlandia - Etiopía podría ser un partido interesante para analizar.

Creo que hay que ser honesto, por lo tanto, les diría que se me ocurren miles de partidos más interesantes que un Finlandia - Etiopía (risas). Si están dispuestos a ver este partido, que me llamen que les digo algunos mejores (risas).

¿Es este el año del Oviedo?

Dios te oiga. Llevamos mucho tiempo esperándolo. Paso a paso, partido a partido, a ver si hay suerte.

Tengo entendido que si no te dedicaras a comentar fútbol, tranquilamente lo podrías hacer con el cine, ¿te animarías?

No, no, de ninguna manera. No tengo el conocimiento técnico. Para mí, para que veas, hay dos tipos de películas o series: las que me gustan y las que no me gustan. Así de simple. No sabría por dónde empezar (risas). En baloncesto y en Fórmula 1, sí que me gusta mezclarme con la gente que sabe y escuchar y aprender. He visto mucho esos deportes desde niño, he leído mucho, he analizado bastante y, ahora mismo, si entiendo que en lo profesional mi vida es el fútbol, como hobby tiro al básquet y a la Fórmula 1. Intento disfrutar de la Euroliga, de la ACB, de la NBA, y de la Fórmula 1 en mis ratos libres y ahí sí que me gusta escuchar a los comentaristas porque los hay que son francamente muy buenos y muy didácticos.


 
 
 

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